Por hoy, sólo quiero presentarme y dejaros un pequeño credo.

Soy un convencido de que la dirección de proyectos, bien aplicada, es una fuente de ventaja competitiva para las organizaciones.

También creo que la dirección de proyectos tiene dos caras; puede que más, pero podemos descubrirlas juntos:

• La dirección de proyectos como medio para crear productos o prestar servicios a nuestros clientes. A estos los llamo proyectos externos.
• La dirección de proyectos orientada a la propia organización. Estos proyectos nos permiten mantenernos o crecer en nuestros mercados. A estos los llamo proyectos internos.

Creo que la dirección de proyectos es, hoy por hoy, la única técnica que da una orientación sobre cómo pilotar cambios en nuestras organizaciones.

Creo que la dirección de proyectos en mi entorno e, incluso, en mi país, es muy desconocida, es mal aplicada y, en algún caso, ha sido pervertida.

Creo que podemos dar la vuelta a la situación en nuestro beneficio y más en los difíciles tiempos que nos ha tocado vivir.

Por todo esto y por mucho más, pensé que merecería la pena compartir mis reflexiones sobre la dirección de proyectos con los que me quieran escuchar.