«No es nube todo lo que reluce» dice un amigo mío. Y estoy de acuerdo. Llevo cuatro días en el hotel durante los cuales, de alguna manera, han conseguido que no pueda acceder a páginas que hasta el domingo pasado podía visitar sin problema. No puedo acceder a la red de mi empresa, no puedo visitar Facebook, a veces falla Linkedin y mis cuentas de Gmail tampoco están al 100%. Es por eso que avisaba yo de riesgos en la nube.
El problema tiene su origen en la red del hotel y no es debido a los servicios de la nube pero ocurre que, para disfrutar de ellos, estamos introduciendo muchos actores intermedios que nos pueden aguar la fiesta. Sin embargo, nadie dice nada (qué raro…) y para todos la nube va a ser la solución a nuestros problemas. Veremos.
Por cierto, en España, aunque hace dos meses que no visito un hotel, los servicios de acceso son lamentables: por calidad (accesos lentos o sólo en ciertas ubicaciones del hotel), por precio (caros no, carísimos) o por ambas cosas.
Paciencia.